sábado, 19 de noviembre de 2016

Esclavizadas por la lujuria

La lujuria y falta de escrúpulos de algunos hombres esclaviza a niñas y adolescentes. Esta tragedia, de la que ya hemos hablado anteriormente en este blog, vuelve a ser un tema de actualidad. En un artículo publicado por El País se presenta cómo ha cambiado la vida de cinco mujeres de Bangladesh que fueron entrevistadas hace cinco años en Faridpur, situada a menos de cien kilómetros de la capital, Dacca.

Una de las mujeres cuya historia se presenta es Asha. Las condiciones por las que ha pasado durante su adolescencia son penosas, como ella misma declara, “Me violaron, me vendieron y me obligaron a ejercer la prostitución con 13 años”. En ese momento, ni siquiera recibía contraprestación económica alguna, sino que sólo se ganaba el derecho a comer y a seguir con vida. Sus condiciones han cambiado, al recibir ahora un mínimo pago por parte de sus clientes, que no es suficiente y su hijo tiene que vivir con ella en el burdel en el que trabaja. En algunas ocasiones incluso llega a tener que estar en la misma habitación en la que su madre recibe a sus clientes.


Es muy difícil salir de esta situación de explotación y distintas generaciones se ven obligadas a convivir en los prostíbulos. Ese es el caso de Shika, que fue obligada a casarse con 12 años ya que sus padres se separaron y su madre quería impedir que cayera en la prostitución. Sin embargo, por la adicción a las drogas de su marido, ella se ha visto obligada a prostituirse y con 16 años ya tiene una hija de 2 años. Las dos conviven con la madre de Shika, que también ejerce la prostitución, siendo así 3 generaciones las que se ven en las mismas circunstancias.

También la historia de Hapeja, otra joven entrevistada, es dramática. Para tratar de huir del marido con el que la casaron a los 15 años y que la maltrataba, cayó en las manos de un traficante de menores y fue torturada hasta que accedió a prostituirse. Es sorprendente la facilidad con la que se puede traficar con personas; en Bangladesh se puede comprar una niña por unos 100.000 takas (1.165 €) y posteriormente subastar su virginidad por 10.000 takas (116 €).

De las siete mujeres que se habla en el artículo, sólo una de ellas ha podido dejar la prostitución 5 años después, mientras que las demás tienen que seguir ejerciendo. Además de verse obligadas a mantener relaciones con hombres mayores que ellas y ser marginadas socialmente, la salud de estas menores y mujeres también corre ciertos riesgos. Ya no es sólo la escasa protección frente a las enfermedades de transmisión sexual, sino que también caen habitualmente en la adicción a las drogas y en la actualidad emplean Oradexon, un esteroide que se utiliza para engordar al ganado y que toman algunas de ellas para incrementar su peso ya que es la preferencia de los hombres de esa región.

Resulta especialmente dramático que la economía de Bangladesh sea una de las que más crece en el mundo, y sin embargo, esto no hace mejorar las condiciones de algunos de sus habitantes, sino todo lo contrario. Una vez más se comprueba que el supuesto desarrollo económico no se traduce en una mejora en las condiciones de vida de los que menos tienen, especialmente los menores que son explotados de una u otra manera.


Como vemos con frecuencia en este blog, nunca faltan personas comprometidas que trabajen por combatir estas dramáticas situaciones. Tal es el caso de Shapla Mohila Sangstha, una ONG local que se creó en 1997 para concienciar sobre el SIDA y las enfermedades de transmisión sexual a las prostitutas de Faridpur. En la actualidad, han ampliado su ámbito de trabajo a todo Bangladesh, donde según sus cifras ejercen la prostitución 4.500 féminas. Desarrollan distintos proyectos que van desde la salud sexual a prevenir la explotación y el tráfico de menores, pasando por gestionar centros de día que ofrecen actividades lúdicas y clases no regladas para los hijos más pequeños de las prostitutas y así intentar que salgan de esa miserable situación.


domingo, 12 de junio de 2016

Día Mundial contra el Trabajo Infantil = Esclavitud Infantil

En la actualidad, cerca de 215 millones de niños trabajan y son esclavizados en el mundo, muchos a tiempo completo. No van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.
El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), guiado por los principios consagrados en el Convenio núm 138 sobre la edad mínima y el Convenio núm 182 sobre las peores formas de trabajo infantil de la OIT, trabaja para alcanzar la abolición efectiva del trabajo infantil.

Normas laborales

Uno de los principales objetivos que se fijaron para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cuando se fundó en 1919 fue la abolición del trabajo infantil. Desde una perspectiva histórica, el principal instrumento de la OIT para alcanzar el objetivo de la abolición efectiva del trabajo infantil ha sido la adopción y la supervisión de normas del trabajo en las que se aborda el concepto de edad mínima de admisión al empleo o al trabajo. Además, desde 1919 50, el principio de que las normas relativas a la edad mínima deberían ir asociadas a la escolarización ha formado parte de la tradición normativa de la OIT en esa esfera. En el Convenio núm. 138 se establece que la edad mínima de admisión al empleo no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar.
La adopción por la OIT diez años después del Convenio núm. 182 consolidó el consenso que existía a escala mundial en torno a la eliminación del trabajo infantil 53. Este instrumento estableció los objetivos más concretos que tanto se necesitaban, sin abandonar el objetivo general expresado en el Convenio núm. 138 de la abolición efectiva del trabajo infantil. Además, el concepto de las peores formas contribuye a fijar prioridades y puede servir como punto de partida para abordar el problema principal del trabajo infantil. El concepto también ayuda a prestar atención al impacto del trabajo en los niños y al tipo de trabajo que realizan.
El trabajo infantil prohibido en el derecho internacional queda comprendido en tres categorías, a saber:
  • Las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil, que internacionalmente se definen como esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución y pornografía, y actividades ilícitas.
  • Un trabajo realizado por un niño que no alcanza la edad mínima especificada para el tipo de trabajo de que se trate (según determine la legislación nacional, de acuerdo con normas internacionalmente aceptadas), y que, por consiguiente, impida probablemente la educación y el pleno desarrollo del niño.
  • Un trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza, y que se denomina «trabajo peligroso»

Una tendencia alentadora

Las nuevas estimaciones y tendencias globales se presentan bajo tres categorías:
  • niños económicamente activos,
  • niños que trabajan y
  • niños que realizan trabajos peligrosos.
Las nuevas estimaciones indican que en 2004 había aproximadamente 317 millones de niños económicamente activos de 5 a 17 años de edad, 218 millones de los cuales podrían considerarse niños trabajadores. De estos últimos, 126 millones realizaban trabajos peligrosos. Las cifras correspondientes al grupo de edad más limitado de 5 a 14 años eran de 191 millones en el caso de los niños económicamente activos, de 166 millones en el de los niños trabajadores, y de 74 millones el de los que se dedicaban a trabajos peligrosos. El número de niños trabajadores de 5 a 14 años de edad y de 5 a 17 años se redujo un 11 por ciento entre 2000 y 2004. Sin embargo, se redujo mucho más en el caso de los trabajos peligrosos: un 26 por ciento en el caso del grupo de 5 a 17 años y un 33 por ciento, en el de 5 a 14 años.
La incidencia del trabajo infantil (porcentaje de niños que trabajan) en 2004 se calcula en 13,9 por ciento en el caso del grupo de 5 a 17 años de edad, en comparación con un 16 por ciento en 2000. Sin embargo, la proporción de niñas entre los niños trabajadores permaneció constante.
La visión de conjunto que se desprende de estos datos es, pues, muy alentadora: El trabajo infantil está disminuyendo, y cuanto más perjudicial el tipo de trabajo y más vulnerables los niños afectados, más rápida ha sido la disminución.

Edad mínima para trabajar

Uno de los métodos más efectivos para lograr que los niños no comiencen a trabajar demasiado temprano es establecer la edad en que legalmente pueden incorporarse al empleo o a trabajar. Más abajo figuran los principios fundamentales del Convenio de la OIT por lo que respecta a la edad mínima de admisión al empleo.
  • Trabajo peligroso
    Ninguna persona menor de 18 años debe realizar trabajos que atenten contra su salud o su moralidad.
  • Edad mínima límite
    La edad mínima de admisión al empleo no debe estar por debajo de la edad de finalización de la escolarización obligatoria, por lo general, los 15 años de edad.
  • Trabajo ligero
    Los niños de entre 13 y 15 años de edad podrán realizar trabajos ligeros, siempre y cuando ello no ponga en peligroso su salud o su seguridad, ni obstaculice su educación, su orientación vocacional ni su formación profesional.

Comprender mejor el problema

La mejora del conocimiento sobre el concepto del trabajo infantil ha ido aparejada de un mejor entendimiento de la problemática y sus causas.

Abarca todos los sectores económicos

En el Informe global de 2002 se indicaba que la gran mayoría (70 por ciento) de los niños que trabajan se dedica al sector agrícola y que en la economía informal es donde se concentra casi todo el trabajo infantil en todos los sectores económicos 56. Además, el género desempeña una función importante al determinar los distintos tipos de trabajo que realizan las niñas y los niños. Por ejemplo, en el trabajo doméstico hay una mayor presencia de niñas, mientras que en las minas y canteras la presencia de niños es muy superior. La situación se agrava cuando, como sucede con el trabajo doméstico en muchos países, el tipo de trabajo de que se trate no está reglamentado en un gran número de países.
Nuestro conocimiento de las causas del trabajo infantil también ha mejorado a medida que se han planteado distintas perspectivas académicas para abordar el problema. La consideración del trabajo infantil como un producto de las fuerzas del mercado – la oferta y la demanda – ha sido un enfoque provechoso, que toma en cuenta el comportamiento tanto de los empleadores como de los hogares.

Trabajo infantil y la pobreza

La pobreza y las crisis económicas desempeñan sin duda una función importante, si no un papel clave, para determinar el mercado de trabajo infantil. A su vez, este último contribuye a perpetuar la pobreza. Por ejemplo, algunas conclusiones empíricas extraídas recientemente por el Banco Mundial en relación con el Brasil ponen de manifiesto que un acceso temprano a la fuerza de trabajo reduce las ganancias a lo largo de la vida entre un 13 y un 20 por ciento aproximadamente, lo que aumenta en gran medida la probabilidad de terminar sumido en la pobreza.
Sin embargo, la pobreza no basta para explicar el trabajo infantil, y desde luego no explica algunas de las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil.

Trabajo infantil, y los derechos humanos

Es preciso adoptar una perspectiva de derechos humanos para entender mejor el problema, ya que se centra en la discriminación y la exclusión como factores que contribuyen al mismo. Los grupos más vulnerables en relación con el trabajo infantil suelen ser los que sufren discriminación y exclusión: las niñas, las minorías étnicas y los pueblos indígenas y tribales, las personas de clase baja o de una casta inferior, los discapacitados, las personas desplazadas y las que viven en zonas apartadas.
En 2002, el período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en favor de la infancia aprobó un enfoque de integración que incorporaba el trabajo infantil al programa de desarrollo. Ello entrañaba la necesidad de establecer un nuevo objetivo para el movimiento mundial de lucha contra el trabajo infantil. En términos políticos, ello conllevaba la incorporación del trabajo infantil al programa de los ministerios de finanzas y de planificación, ya que, después de todo, el movimiento mundial tiene que convencer a los gobiernos de que actúen para acabar con el trabajo infantil. La eliminación del trabajo infantil está, pues, más relacionada con la adopción de una serie de decisiones políticas que con una labor tecnocrática. Además, la situación real cotidiana de inestabilidad y crisis obstaculiza los intentos de realizar progresos.

Objetivos y metas mundiales

En el plan de acción se propone que la OIT y sus Estados Miembros sigan procurando lograr el objetivo de la eliminación efectiva del trabajo infantil comprometiéndose a eliminar todas las peores formas de trabajo infantil para 2016. A tales efectos y de conformidad con el Convenio núm. 182, todos los Estados Miembros deberían concebir y poner en práctica medidas apropiadas de duración determinada para finales de 2008. Si nos basamos en las tendencias respecto del trabajo infantil que se ponen de relieve en la parte I de este informe, se llega a la conclusión de que es posible alcanzar la meta de la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016. Por otra parte, esta meta sería concomitante y contribuiría tanto a los ODM como a la abolición efectiva de todas las formas de trabajo infantil, que es la meta fundamental de la OIT.
La acción de la OIT en pro de la abolición del trabajo infantil se ha intensificado en los últimos cuatro años, y desde la publicación del primer Informe global sobre este tema se han logrado avances considerables. En los próximos cuatro años el desafío consistirá en que la OIT trabaje de manera más centrada y estratégica para actuar como catalizador de una alianza mundial revitalizada en apoyo de la acción nacional encaminada a abolir el trabajo infantil. Esta transformación del enfoque con respecto al liderazgo mundial permitirá garantizar que la OIT contribuya de manera más eficaz a relegar el trabajo infantil a la historia.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Plantaciones de Tabaco en Indonesia

“Indonesia es el quinto mayor productor de tabaco del mundo, con más de 500.000 plantaciones, en las que miles de niños, algunos de apenas 8 años, trabajan en condiciones peligrosas”, señaló Human Rights Watch en un informe publicado el 25 de mayo de 2016, “The Harvest is in My Blood’: Hazardous Child Labor in Tobacco Farming in Indonesia” (Llevo la cosecha en la sangre’: trabajo infantil peligroso en el cultivo del tabaco en Indonesia”). 

Human Rights Watch llevó a cabo una importante investigación de campo en cuatro provincias de Indonesia, incluidas las tres que representan casi el 90 por ciento de la producción anual de tabaco del país: Java Occidental, Java Central y Nusa Tenggara Oriental. El informe está basado en las entrevistas realizadas a 227 personas, entre ellas 132 niños trabajadores del tabaco, de entre 8 y 17 años. 

La mitad de los niños entrevistados señalaron haber sufrido náuseas, vómitos, dolores de cabeza o mareos, síntomas coincidentes con la intoxicación aguda por nicotina por absorber la sustancia tóxica a través de la piel, manejar químicos tóxicos, utilizar herramientas cortantes, levantar pesadas cargas y trabajar bajo un intenso calor. Los efectos a largo plazo aún no han sido estudiados, pero investigaciones sobre el consumo de tabaco sugieren que la exposición a la nicotina durante la infancia y la adolescencia puede afectar al desarrollo del cerebro y producir efectos crónicos para la salud, tales como problemas respiratorios, cáncer, depresión, déficit neurológico y problemas de salud reproductiva.

“Ayu”, una niña de 13 años, asegura que todos los años vomita cuando cosecha tabaco en las plantaciones en su pueblo cerca de Garut, en Java Occidental: “Vomitaba cuando estaba muy cansada de recoger y cargar las hojas de tabaco. Vomité muchas veces”.

Muy pocos de los niños entrevistados, o sus padres, estaban al corriente de los riesgos para la salud o habían recibido capacitación sobre medidas de seguridad. El gobierno de Indonesia debería lanzar una amplia campaña educativa para promover la concienciación sobre los riesgos para la salud que afrontan los niños que trabajan en la cosecha del tabaco, recomendó Human Rights Watch.

Las mayores compañías que operan en Indonesia incluyen a tres fabricantes de productos tabacaleros – PT Djarum, PT Gudang Garam Tbk y PT Nojorono Tobacco International – además de dos empresas de tabacaleras multinacionales: PT Bentoel Internasional Investama, controlada por British American Tobacco, y PT Hanjaya Mandala Sampoerna Tbk, de Philip Morris International. Otras empresas indonesias y extranjeras también compran tabaco cultivado en Indonesia.

Las empresas tabacaleras indonesias y extranjeras compran el tabaco cultivado en el país, pero ninguna hace lo suficiente para asegurarse de que los niños no desempeñen labores peligrosas en las plantaciones que están en su cadena de suministro. El gobierno de Indonesia debería regular la industria para garantizar la rendición de cuentas.

“Las compañías tabacaleras están ganando dinero a costa de la salud de los niños trabajadores de Indonesia”, “Las compañías de tabaco no deberían contribuir al uso de trabajo infantil peligroso en sus cadenas de suministro”dijo Margaret Wurth, investigadora sobre derechos del niño de Human Rights Watch y coautora del informe.


Human Rights Watch compartió sus hallazgos con 13 compañías, de las cuales 10 respondieron. Ninguna de las cuatro empresas indonesias ofrecieron una respuesta detallada y completa, y las dos mayores, Djarum y Gudang Garam, ni siquiera respondieron a pesar de nuestros repetidos esfuerzos por contactarlas.

Human Rights Watch no pudo encontrar ninguna evidencia de que las empresas indonesias tomen medidas para prevenir el trabajo infantil en sus cadenas de suministro y no mantuvieron una correspondencia detallada ni accedieron a reunirse con representantes de Human Rights Watch.

Desde este blog, queremos aplaudir a organizaciones como Human Rights Watch, por la labor que realizan de investigación, documentación y denuncia de la esclavitud infantil que afecta a millones de niños en todo el mundo e instar a los gobiernos y organismos internacionales a que se impliquen eficaz y decididamente en la erradicación de la esclavitud infantil.

Para conocer más esta realidad, sugerimos ver este video



domingo, 15 de mayo de 2016

Minerales de guerra

"Minerales de guerra". Este es el título que tomamos prestado de un interesante documental de RTVE para esta entrada. En ella vamos a hablar de la problemática de los minerales tan importantes para la sociedad actual, repleta de dispositivos electrónicos (ordenadores, smartphones, smart TVs, etc...), y que tanto daño provocan a los países que disponen de ellos.

Podría pensarse que el poseer en el subsuelo grandes cantidades de estos materiales tan necesarios hoy en día convertiría en rico a cualquier país del mundo. No es así para los países que no están en Europa o Norteamérica. Tal es el caso de la República Democrática del Congo, país protagonista del documental antes mencionado y que cuenta con una de las principales reservas de coltán, sobre las que ya hemos hablado en entradas anteriores de este blog.

En esta ocasión, nos hacemos eco de una campaña que lanza Amnistía Internacional en la que se indica que la República Democrática del Congol es muy rica en recursos no sólo por el coltán, sino porque la mitad del cobalto del mundo procede de sus minas.



Esta campaña, titulada "¿HAY TRABAJO INFANTIL DETRÁS DE LOS DISPOSITIVOS DE APPLE?", denuncia que los mineros que extraen este cobalto (incluyendo tanto adultos como niños), trabajan en túneles de más de 30 metros de profundidad sin ningún tipo de seguridad y sin apenas aire. el dato que arroja Amnistía Internacional es de que 40.000 niños y niñas, de entre 7 y 15 años, trabajan en la minería en este sector. Otro dato escalofriante, que nos da una idea de las peligrosas condiciones en las que trabajan, es que se calcula que al menos 80 mineros murieron el año pasado sacando cobalto, pero podrían ser muchos más porque las estadísticas no son fiables.

También se presentan algunos testimonios como el de Paul, de 14 años, quien indica lo siguiente: “Pasaba a menudo 24 horas abajo, en los túneles de la mina. Llegaba por la mañana y me iba a la mañana siguiente.” También se presenta el caso de Mathy, de 12 años, que presenta además las circunstancias en que los menores intentan practicar la minería donde no está permitido: “Los guardias de seguridad nos pidieron dinero, pero no teníamos... Ellos cogieron a mi amigo y le empujaron a un tanque que tenía gasóleo. Lloré. Yo tenía miedo, conseguí correr, escapar y esconderme, pero vi lo que pasó”.

Este trabajo, como ya hemos puesto en evidencia para otras situaciones, no contribuye a generar riqueza ya que los salarios oscilan entre 1 y 2 dólares diarios, con lo que estos trabajadores no tienen opciones de salir del círculo de la pobreza, pese al gran esfuerzo que supone (jornadas interminables, acarrear pesos que en ocasiones superan el propio peso del menor que lo transporta, etc.).

Además, la minería artesanal expone a los niños y niñas al abuso físico, la explotación sexual y la violencia. Son tan escasas las zonas habilitadas por el gobierno para los mineros artesanales que los niños intentan trabajar en las zonas controladas por las empresas mineras.

Una vez más, si analizamos con detalle toda la cadena, nos damos cuenta de que en el otro extremo estamos nosotros; consumidores de los países desarrollados. Como se indica en esta campaña, el cobalto extraído por niños se compra y se vende sin que empresas como Apple se pregunten cómo, dónde y en qué condiciones se extrae. No investigar la cadena de suministro es una vergüenza empresarial.

Por eso animamos a unirse a esta denuncia, firmando y de esta manera hacer llegar a los responsables de esta compañía (más concretamente a Tim Cook, Director Ejecutivo de Apple) nuestro profundo rechazo a la esclavitud infantil. También se exige que investiguen su cadena de suministro para eliminar los atropellos a los derechos humanos y reparar el daño causado.

domingo, 8 de mayo de 2016

Sobresalientes en Sudán.


Este domingo se celebra la 50ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Aunque tenía el propósito de escribir esta entrada desde que conocí la historia de su protagonista, Enmanuela John, la celebración de la jornada de hoy constituye la excusa oportuna para, al mismo tiempo, homenajear al periodista autor del artículo dedicado a Enmanuela, Aberto Rojas, enviado especial del diario El Mundo en Sudán del Sur y a todos los demás profesionales de los medios de comunicación que, tantas veces, con riesgo de sus propias vidas, nos permiten conocer la dolorosa e inhumana situación en la que viven tantos niñ@s, jóvenes y adultos en los lugares más pobres y conflictivos de nuestro mundo.

Como decía, esta entrada tiene el propósito de agradecerles su dura pero imprescindible labor de divulgación y denuncia de tantas situaciones de injusticia como existen en nuestro mundo, entre ellas, la esclavitud infantil.

Pues bien, el artículo escrito por Alberto Rojas titulado “Un sobresaliente en el infierno”, que apareció publicado en la edición digitaldel diario El Mundo del pasado lunes, 2 de mayo, no sólo profundiza en la situación en que la guerra que viene sufriendo Sudán desde el año 2013 está afectando a la infancia, en particular, al privar a l@s niñ@s y jóvenes del país a sus derechos esenciales a la protección de su vida, a su desarrollo familiar y a la educación, sino que tiene el valor singular de destacar como, aún en medio de una situación tan dura e inhumana, se desarrollan vidas que constituyen un auténtico ejemplo para todos nosotros.

Este es el caso de Enmanuela John, una joven que hoy tiene 18 años y que ha sufrido en carne propia la dureza y la crueldad de la guerra que destruye su país, guerra que dividió a su familia, separándola de sus padres y obligándole a huir de su pueblo de origen hace dos años, junto con sus 6 hermanos, a los que, desde entonces, debe cuidar. Sin embargo, esta situación de extrema dureza no ha vencido a Enmanuela, que ha conservado intactas sus ganas de aprender.

Así es. Tal y como se nos da a conocer en el artículo al que nos referimos, Enmanuela camina cada día varias horas para asistir a clase y, después de atender a sus hermanos, a partir de las siete de la tarde, cuando todos ya duermen, estudia tres horas cada jornada sirviéndose para ello de la luz de su móvil, pues en la aldea para refugiados en la que vive, no hay luz eléctrica, utilizando para escribir el papel higiénico de su letrina.


A pesar de esas circunstancias, Enmanuela ha conseguido obtener la calificación más alta en el examen de acceso a secundaria en el Estado del Alto Nilo.

Y quiere seguir estudiando. Confía en que pueda ser evacuada a Kenia para continuar sus estudios y poder, algún día, llegar a ser médico que, según se recoge en la entrevista que Alberto Rojas le realizó, es su sueño, pues es lo que su país necesita.

Sin duda, el testimonio de Enmanuela tiene un valor fundamental. No sólo como ejemplo humano de tesón, constancia y sacrificio, sino como llamada de atención para seguir luchando contra la esclavitud que afecta a tantos niños y jóvenes de nuestro mundo, pues, como la propia Enmanuela mantiene en la entrevista, todos los niños deberían volver a la escuela cuanto antes y no verse privados, muchas veces por sus propios padres, de su derecho a la educación como consecuencia de la guerra, la pobreza o las desigualdades de género como consecuencia de las cuales se ven convertidos en niños soldados o sometidos a la esclavitud sexual y los matrimonios forzosos.

Enhorabuena Emmanuela, Gracias Alberto.

sábado, 16 de abril de 2016

16 de Abril: Día Mundial contra la Esclavitud Infantil.


Hace sólo 21 años, el 16 de Abril de 1.995, Iqbal Masih, niño cristiano pakistaní de 12 años, fue asesinado por sus dirigentes por denunciar internacionalmente, la situación de explotación a la que vivían sometidos millones de niños como él. Iqbal había sido explotado como esclavo por las mafias de las alfombras desde los 4 a los 10 años. Su vida fue un testimonio de lucha por la liberación de otros niños esclavos, siendo signo de esperanza para ellos.

¿Ha muerto de verdad Iqbal Masih? No. Vive en tantos niños y niñas que siguen condenados a esa misma realidad. En nuestro mundo, más de 400 millones de niños (165 millones de ellos menores de 5 años) viven en situación de esclavitud. Han sido arrancados de sus familias para ser utilizados como niños soldados, explotados sexualmente, asesinados para traficar con sus órganos o utilizados como mano de obra esclava, sin derechos, sin remuneración, desarrollando jornadas interminables en condiciones inhumanas, de auténtica esclavitud. Como consecuencia, se ven privados a diario de sus derechos a una vida digna, a la educación, al juego, a  gozar de  los afectos  familiares, a la salud y a todos los demás derechos de la Infancia reconocidos, formalmente, en las legislaciones internacionales.

Así, los niños esclavos, se han convertido en una pieza clave de nuestra economía mundial. Parece un disparate pero sin embargo es una realidad. Es cruel que en pleno siglo XXI, haya millones de niños esclavos y a la vez millones de adultos en paro. Pero si lo pensamos bien los niños dan menos problemas que los adultos, trabajan por menos salario, es más fácil manejarlos y utilizarlos como mano de obra esclava, niños soldados o como víctimas del turismo sexual.

Nos podemos preguntar porqué en pleno siglo XXI, en un mundo globalizado y con tantos avances tecnológicos que harían posible dar de comer a toda la humanidad y que todos pudiésemos vivir en condiciones dignas, hay tantos niños sufriendo, viviendo y muriendo en condiciones de esclavitud.

Quizás estas palabras de Ghandi nos ayuden a responder la pregunta “La tierra produce suficientes alimentos para alimentar a todos, pero no para la codicia de algunos”.

Y es que la utilización de niños se ha convertido en un gran negocio para las multinacionales como Nike, Reebok, Adidas, Inditex (Zara), el Corte Ingles, Mattel, Ikea, Disney …. Además hay mafias que trafican con niños obligándoles a participar en conflictos bélicos y a ser explotados sexualmente.

Sin embargo también esta realidad forma parte de nuestra vida cotidiana, y colaboramos en mantenerla.

De hecho, puede ser que los plátanos que comemos y el café que bebemos estén empapados del sudor de muchos niños latinoamericanos o africanos. Puede ser que las alfombras que pisamos estén tejidas por niños paquistaníes encadenados a un telar; cortinas, camisas, joyas y otros manufacturados podrían ser fruto del trabajo oculto y forzado de menores  de la India o Bangladesh; balones y juguetes de nuestros niños podrían gotear sangre de tantos menores asiáticos y caribeños, y el coltán de nuestros ordenadores y teléfonos móviles es problable que haya sido extraído por niños africanos.




Si investigamos sobre quién financia las guerras, nos sorprenderemos al descubrir que detrás están importantes entidades financieras y que España es uno de los principales países productores y exportadores de armas. Si nos fijamos en la explotación sexual, descubriremos que España es uno de los principales clientes del denominado como turismo sexual.

Este día internacional contra la esclavitud infantil resultaría completamente inútil si cada uno de nosotros no atendiéramos la llamada ineludible a hacernos sensibles y profundizar en el conocimiento de esta realidad; a no consumir productos fabricados por niños esclavos, a crear una conciencia social que potencie la denuncia pública de la injusticia e inhumanidad de esta situación. Finalmente, deberíamos llegar a reclamar, de forma urgente, a nuestros representantes políticos y sindicales para que, dejando a un lado sus intereses particulares, conviertan la erradicación de la esclavitud infantil en una prioridad real, asumiendo su responsabilidad de crear un mundo más justo en el que todos podamos desarrollar, de forma efectiva, una vida digna, en particular, los niños.

Que, entre todos, nos empeñemos en hacer de este objetivo una realidad

domingo, 3 de abril de 2016

Los esclavos del algodón

Con el título de esta entrada ("Los esclavos del algodón"), podríamos estar refiriéndonos a las tristes circunstancias que acompañaron a parte de la población norteamericana en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, no hablamos de un acontecimiento histórico sino de la situación actual que se da en Uzbekistán, uno de los países que más algodón produce en todo el mundo.


Han sido numerosas las organizaciones que han denunciado, a través de distintas publicaciones, las condiciones de esclavitud que sufren las personas que son obligadas a recolectar algodón en Uzbekistán.  Resulta sorprendente que sea el propio gobierno quien fuerce a llevar a cabo este trabajo y que las personas que lo realizan sean trabajadores del ámbito sanitario (médicos/as y enfermeros/as), profesores/as, soldados y otros profesionales. (como informaba en la última campaña en septiembre de 2015 el Foro Uzbeko-alemán de Derechos Humanos). “Todo el algodón es producido con trabajo forzoso. Les obligan a pasar en el campo 10 horas al día, picando algodón. Estas personas, viven en edificios abandonados”, explicaba Matthew Fischer-Daly (coordinador de Cotton Campaign) a la cadena SER.


Cabe destacar especialmente el artículo "El algodón de tu camiseta pudo haberlo recolectado un niño esclavo" de la CNN. En este se indica que no sólo profesionales son forzados a trabajar en la recolección del algodón, sino también estudiantes en edad escolar. Pese a la reducción desde 2012,cuando el gobierno uzbeko anunció que iba a poner fin al uso de mano de obra estudiante de primaria en edad escolar, el año pasado todavía se podían encontrar a estudiantes de secundaria y universitarios forzados a trabajar en los campos de algodón. La activista Elena Urlaeva fue detenida en la región de Tashkent después de documentar menores de 11 a 18 años de edad que se utilizan en la cosecha del algodón.


La organización Cotton Campaign es una coalición global de activistas por los derechos humanos y laborales, inversores y empresarios que tienen como objetivo erradicar el trabajo forzado e infantil en la producción de algodón en Uzbekistán and Turkmenistán.

Como ha informado reciente el International Labor Rights Forum en una nota de prensa, el pasado mes, 140.000 personas han presentado una petición al Banco Mundial para que interrumpa los préstamos al sector agrícola uzbeko hasta que  termine la esclavitud en sus campos de algodón. Con esta petición se pone de manifiesto que más de un millón de uzbekos son explotados para que la élite del país obtenga beneficios económicos. El gobierno de Uzbekistán incumple el contrato asociado a las ayudas que le proporciona el Banco Mundial, ya que este indica que el gobierno debería de abolir el trabajo forzoso e infantil.


La recogida del algodón en Uzbekistán es incluso mencionada en el informe Salarios Dignos, publicado en 2015 por la campaña Ropa Limpia, pese a no cubrir esta problemática.


domingo, 17 de enero de 2016

Y van 3 años...

Efectivamente, hemos cumplido ya 3 años desde que comenzamos este proyecto de blog contra la Esclavitud Infantil. Creemos que, por desgracia, este sigue siendo necesario para informar, concienciar y como consecuencia erradicar la esclavitud y todas las formas de explotación de menores.

Como en los aniversarios anteriores, nos gusta hacer balance del seguimiento e impacto que nuestras publicaciones producen. Este parece crecer ya que al cumplir los dos años, habíamos publicado 30 entradas que recibieron 3.000 visitas. Al cumplir los 3 años hemos llegado a las 45 entradas, que han recibido 7.700 visitas aproximadamente.

Nos parece satisfactorio comprobar además que vosotros, los seguidores de este blog tenéis procedencias geográficas muy diversas y que por lo tanto esta problemática preocupa en ubicaciones muy distintas. Se puede comprobar en la siguiente tabla, donde se muestra una distribución de visitas por países.



Desde el punto de vista de las entradas que más interés han despertado, a continuación se pueden observar las entradas más leídas desde el comienzo del blog, junto con el número de veces que se ha accedido a ellas y su fecha de publicación.



Queremos aprovechar esta efeméride para agradecer en primer lugar a todos y todas nuestros lectores y lectoras, así como tantísimas personas comprometidas contra la esclavitud infantil y a través de las cuales nos llega información y buenas noticias de logros conseguidos en este ámbito.

Sois vosotros, junto con los menores explotados los que nos animáis a seguir con esta labor.