miércoles, 24 de octubre de 2018

Sin rastro de Kony pero no de la guerra

En un artículo anterior de este blog habíamos hablado ya de Joseph Kony, el líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), un grupo armado que lucha en el norte de Uganda desde 1986. En 2012, las organizaciones norteamericanas  Invisible ChildrenThe Resolve lanzaron una campaña que algunos consideran una de las primeras que se hizo viral en la Red, a escala mundial. El vídeo promocional de la campaña "Stop Kony", que se puede ver debajo, ha sido visualizado más de 100 millones de veces desde entonces.



El proyecto que promovió esta campaña, que llegó a recibir el apoyo de famosos como Oprah Winfrey, George Clooney o Justin Bieber, cerró sus puertas a primeros de 2017. En un comunicado anunciando el cierre, se argumentaba esta decisión indicando que la amenaza del LRA ya no era motivo para mantener el proyecto, debido a la pérdida de poder y efectivos de este grupo militar.

En consonancia con esto, un artículo de El Mundo, informaba de que tanto Estados Unidos como Uganda, desactivaban su proyecto militar conjunto para tratar de capturar a Kony y acabar con el LRA. Por aquel entonces se estimaba que sólo 100 personas conformaban ese grupo y que Kony, ya anciano, no representaba una amenaza.

Sin embargo, poco tiempo después del cese de la intervención militar contra Kony, se informó en un artículo de El País, de que poco después de la retirada de tropas, este grupo armado paramilitar había perpetuado un nuevo ataque. 40 rebeldes hicieron una incursión en la zona minera de Tanganyika, cerca del parque nacional de Garamba, donde secuestraron a 41 civiles, que posteriormente fueron puestos en libertad. Este fue sólo uno más de los ataques que el LRA realiza frecuentemente en las zonas mineras de la República Democrática del Congo y en aldeas de la República Centroafricana. Como se indica en la herramienta online LRA Crisis Tracker, en septiembre de 2018 se han producido 9 ataques que se cree perpetrados por este grupo.

También otras fuentes habían informado del resurgir del LRA un tiempo antes, retomando su modus operandi habitual, secuestrando menores de entre 12 y 13 años (edad ideal para iniciarlos en el manejo de las armas y convertirlos en menores soldados) y cazando elefantes para vender su marfil.

Un artículo reciente de Mundo Negro cuenta que la huella que del conflicto armado de Uganda pervive en las regiones norteñas más afectadas (acholi, lango y teso). Además de las importantes, variadas y numerosas heridas físicas y psicológicas de la violencia, hay muchas otras de diferente índole (social y económica) provocadas por los confinamientos en los campos de desplazados. La pérdida de tierras y cultivos también ha afectado profundamente a una población esencialmente agrícola. Por suerte, hay proyectos interesantes que nos permiten creer que pese a que todavía no se ha podido capturar a Kony y someterlo a juicio, todavía hay personas que trabajan por los menores implicados en este conflicto.

Tal es el caso de  Radio Wa, una radio comunitaria católica de Lira que consiguió que al menos 1.500 niños escaparan del LRA con sus mensajes de comprensión y perdón. Esto desató la furia del grupo de Kony, que la destruyó en 2002  también porque avisaba durante la guerra a las comunidades de los ataques. Tras esto, la comunidad se volcó exigiendo su reapertura, llegando a provocar la intervención del propio presidente del país.



Confiemos en que algún día, este conflicto termine con la captura de Kony y la recuperación de todas las víctimas, incluyendo los menores soldado, como ya hemos contado en otras entradas de este blog.