domingo, 21 de junio de 2020

Viviendo entre basura para poder comer

Recientemente hemos conocido de una campaña de micromecenazgo que desarrolla la ONG PSE (Pour un Sourire d´Enfant) a través de su rama española. Esta organización fue fundada en 1993 en Francia y su acción social es, primordialmente, educativa.



Uno de los proyectos en los que trabajan se localiza en Phnom Penh, capital de Camboya. Más concretamente en su principal basurero, donde menores trabajan con el objetivo de sacar un dólar al día de la venta de residuos a otros países asiáticos y, así, ayudar a mantener a la familia. “Imagina que cada día tienes que ir a un basurero y estar allí 12 o 15 horas trabajando para volver con ese dólar. No hay esperanza”, comenta  Pablo Alonso, coordinador general de PSE Por la Sonrisa de un Niño en España.

La situación de estas familias es de pura supervivencia. “Viven en chozas, muchas de ellas no tienen luz ni agua corriente, por las que pagan unos 47 dólares al mes de alquiler. A esto se añade la cuota mensual de la escuela, un dólar en alimentación por cada miembro de la familia… ¿qué les queda? Si el sueldo de un profesor hasta hace unos años era de 90 dólares al mes…”. Esto agrava la situación para estos menores, ya que sus progenitores “muchas veces no conciben, ni entienden, ni comparten que quieras darles a sus hijos una educación”, ya que "educar a un niño es quitarle capacidad de generar ingresos para la familia”.

Como en tantos otros sitios, la pandemia del nuevo coronavirus no ha hecho sino empeorar la situación de los más débiles. “Los trabajos de recogida y venta de basura se han parado; la frontera está cerrada y no pueden exportar el material para ser reciclado. Además, debido al cierre de las escuelas e internados, las familias tienen a los niños en casa, así que la situación es dramática: no pueden pagar los alquileres y tienen más bocas que alimentar, porque mientras están en PSE, la ONG dota a los niños de todo lo necesario”, indica Julián Feijóo, voluntario de esta organización. Además, los 200 voluntarios españoles, franceses y británicos que suelen viajar en verano no lo podrán hacer este año. En esas fechas desarrollan el Programa de Continuidad Escolar. Este es una especie de campamento para seguir cuidando de los niños y evitar el abandono escolar que se produce cuando empiezan a trabajar en verano con sus familias.



Sin embargo, de unos años a esta parte, la situación ha cambiado gracias al trabajo de organizaciones como PSE que llevan años trabajando en Camboya para dotar a todos esos niños de cobijo, alimento y educación. Muchos de estos son ahora adultos formados y están actualmente trabajando en restaurantes y agencias de turismo en la capital; otros son médicos o incluso cineastas que estudiaron en la escuela de cine que el fundador de la ONG también montó en Camboya. Una vez más constatamos en este blog que hay proyectos esperanzadores que consiguen sacar adelante a niños y niñas cuyas vidas estaban marcadas por la esclavitud.

viernes, 12 de junio de 2020

COVID 19 Y TRABAJO INFANTIL: ES TIEMPO DE ACTUAR

Hoy, 12 de Junio, es el Día Mundial contra el trabajo infantil. Y este 2020 es, sin duda, el año marcado por la emergencia sanitaria y la crisis socio-económica derivadas del COVID-19.

Pues bien, en esta Jornada, la OIT y UNICEF han emitido un mensaje conjunto titulado "Covid 19 y Trabajo Infantil: En tiempos de crisis es hora de actuar".

En su mensaje, ambas organizaciones internacionales lanzan una llamada de emergencia a ciudadanos y Estados para llamar su atención sobre el hecho de que, en vísperas del año 2021, declarado como el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, todos los datos que estas organizaciones han ido recabando ponen de manifiesto que, por primera vez, desde el año 2000, los datos oficiales reflejarán un incremento de los niñ@s víctimas del trabajo infantil.

                                               
Mensaje conjunto de la IOT y de UNICEF

Y ello porque, como se recoge en su informe COVID-19 and child labour: A time of crisis, a time to act [COVID-19 y trabajo infantil: En tiempos de crisis, es hora de actuar], la pandemia ha provocado gravísimas secuelas. En primer lugar, el cierre de escuelas en más de 130 países que ha provocado que más de 1.000 millones de estudiantes se queden sin clase. La segunda secuela  que agravará el riesgo de un incremento del trabajo infantil es la crisis económica que atravesamos, cuyas devastadoras consecuencias apenas estamos comenzando a vislumbrar.

Estos dos hechos afectan, de forma directa y durísima, a la infancia, pues, la perentoria situación económica de las familias más pobres y vulnerables, y el hecho de que los niñ@s no vayan al colegio, provocan que éstos se vean obligados a realizar trabajos peligrosos o en condiciones de explotación para contribuir a paliar las necesidades familiares. Además, los expertos apuntan que, los niñ@s que, hasta el momento, sólo realizaban trabajos ocasionales, corran el riesgo de ser empleados durante más horas y, por tanto, se vea agravada su situación personal.



En esta situación, las niñas corren el riesgo de sufrir todavía en mayor grado esta explotación, por la especialidad vulnerabilidad que añade que, a la explotación laboral en ciertos sectores como el agrícola o el trabajo doméstico, se sume la explotación sexual.

Por esta razón, los expertos lanzan en el Informe una llamada urgente a los Estados para que velen, de forma eficaz, por salvaguardar el derecho a la escolarización de niñ@s y jóvenes, garantizando la gratuidad de este derecho, particularmente, para las familias más pobres y afectadas por esta crisis mundial.

Además, se insiste en la importancia de reforzar los servicios de inspección de trabajo, de modo que se persiga cualquier forma de trabajo infantil y se vele por promover un trabajo digno para los adultos, regulándose medidas de protección social y de crédito para los sectores de la población más vulnerables.

Desde aquí, nos sumamos a este llamamiento. Que no confinemos nuestro deseo y nuestra reivindicación de un mundo más humano y más digno, especialmente, para niñ@s y adolescentes!!




jueves, 16 de abril de 2020

DIA MUNDIAL CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL

Hoy, 16 de Abril de 2020, se cumplen 25 años del asesinato de Iqbal Mahib, ese pequeño héroe, sólo por su edad, que fue vendido con 4 años por su padre a un fabricante de alfombras, a quien ni los malos tratos físicos, ni la falta de alimentación, ni las jornadas extenuantes de más de 12 horas atado al telar, quitaron las ganas de soñar…
Soñar con escapar. Soñar con liberar a sus compañeros. Soñar con ser abogado, para que, nunca más, hubiera en el mundo ningún niño o niña esclavos.

Veinticinco años después nos corresponde a nosotros trabajar para hacer realidad su sueño, que él no pudo ver cumplido, completamente, al ser asesinado a los 12 años por la mafia de los fabricantes de alfombras, después de escapar, denunciar las condiciones de vida inhumanas a las que eran sometidos y liberar a sus compañeros.
Y ello porque, desgraciadamente, todavía hoy, la esclavitud infantil sigue siendo una realidad. Según cifras oficiales de la OIT, aproximadamente, unos 168 millones de niñ@s, entre 5 y 17 años, son explotados laboralmente, muchos de ellos en condiciones de auténtica esclavitud.

Estas son las cifras oficiales. La realidad, desgraciadamente, las multiplica por tres, pues según Naciones Unidas, por cada víctima identificada, existen, al menos, otras tres reales.
En este año excepcional, se cumple también otro aniversario, 50 años de la fundación de Misiones Salesianas, entidad sin ánimo de lucro que, desde 1.970, trabaja para el rescate, la recuperación y la promoción de los niños, las niñas y los jóvenes más vulnerables en 134 países del mundo.

Según los datos que se manejan por esta entidad, se estima que más de 220 millones de niños y niñas son objeto de alguna forma de explotación sexual, en condiciones, en muchos casos, de esclavitud y, siempre, explotadas como consecuencia de sus paupérrimas condiciones de vida.

Hoy queremos daros a conocer la labor que los misioneros salesianos vienen realizando en uno de los países más pobres del mundo, Sierra Leona, desde el año 2016, recogiendo a las niñas y adolescentes de las calles de la capital y ofreciéndoles la oportunidad de cambiar de vida: un reconocimiento médico, un techo, ropa limpia, agua, comida y, sobre todo, la oportunidad de hacer realidad sus sueños, dejando atrás esa vida y volviendo a estudiar o aprender un oficio.

Desde que comenzó este programa, dirigido a menores de entre 9 y 17 años y denominado Girls Os+ (Refugio para chicas+), casi 500 menores han sido salvadas de la prostitución.
El objetivo es que a partir de ahora, con la construcción del nuevo Don Bosco Fambul (4 edificios a las afueras de Freetown para albergar algunos de los programas de atención a la infancia que llevan a cabo los Salesianos), 300 chicas al año puedan dejar las calles y salir de la prostitución gracias a la escuela (150 de ellas) y a aprender un oficio (otras 150, las más mayores).


Una de las menores liberadas por los salesianos es Augusta Ngombu, quien se formó como cocinera, hoy tiene su propia empresa de catering y da clases de cocina a otras chicas.
En Febrero, contó su testimonio en el Parlamento Europeo, reclamando la atención de las autoridades respecto de las víctimas de la explotación sexual de menores y pudo también visitar al Papa, a quien entregó el documental elaborado por Misiones Salesianas, con el título "Love", que refleja su testimonio y el de otras chicas liberadas por los misioneros salesianos.

En este día de aniversario en confinamiento, os animamos a ver el documental Love,que está a vuestra disposición en la página web misionessalesianas.org y en el canal de esa entidad en Youtube, pues, como afirma el misionero Jorge Crisafulli, responsable de Don Bosco Fambul, la primera forma en la que podemos contribuir a erradicar esta forma de explotación es conocerla y darla a conocer a las personas de nuestro entorno, por ejemplo, difundiendo el documental "Love".


Sólo así, desde el conocimiento, se puede hacer algo para cambiar esta situación que en el mundo afecta a más de 220 millones de menores de edad, la mayoría niñas y adolescentes.

Otra forma de contribuir es la oración, que en esta parte del mundo Jorge dice que es la que parece más complicada, pero curiosamente resulta la más efectiva, porque él siempre cuenta que cuando hay algún problema y todos se ponen a rezar, la providencia aparece en forma de una persona que lleva comida a Fambul, un donativo que llega desde cualquier parte del mundo y que permite saldar una deuda… La oración es fundamental.
La tercera forma de contribuir a la erradicación de la esclavitud infantil es la ayuda económica para que sus víctimas puedan ser recuperadas, reciban educación y puedan formarse para llevar una vida digna. Teniendo en cuenta que con 1 euro una persona come dos veces al día en Sierra Leona podemos hacernos una idea de lo fácil que es ayudar, ya que con lo que aquí nos gastamos en una factura mensual de móvil allí se paga un año de escuela para un alumno de Secundaria con todos los materiales escolares incluidos.
Pero todavía hay otra forma de contribución: Jorge siempre invita a todos a ir allí, cada uno con sus talentos, a ofrecer su tiempo como voluntario para escuchar, jugar… no hace falta ser doctor universitario, cualquier persona con sensibilidad por estas chicas les hará mucho bien.



sábado, 11 de abril de 2020

TONYS CHOCOLONELY: CHOCOLATE 100% LIBRE DE ESCLAVOS


11 de Abril. Cuarentena. Después de dos días de cierre comercial por las festividades de Jueves Santo y Viernes Santo, hoy, sábado, abrirán, de nuevo, los supermercados y tiendas de alimentación. Actividades esenciales. Así lo son. Y no sólo para garantizar nuestro abastecimiento de productos básicos sino también, como veremos, para otr@s personas que viven muy lejos de nuestro supermercado más cercano.

De acuerdo con las estadísticas que vienen publicando distintos medios de comunicación, los artículos más comprados por los españoles tras dos semanas de estado de alarma no son ya el papel higiénico o el arroz, sino la cerveza, el vino y el chocolate.

Así, según se desprende del estudio realizado por la revista de consumo Inforetail que cuenta con el apoyo de ASEDAS (Asociación Española de Abastecedores, Self-Sevicio de Tiendas y Supermercados), el consumo de chocolate experimentó un incremento del 79,04% con respecto a las dos primeras semanas de confinamiento.




De acuerdo con los estudios realizados por expertos en psicopatología, el consumo de dulces produce un efecto terapéutico al dar lugar a la liberación de endorfinas, aliviando, de esta forma, la sensación de ansiedad.

Bueno, ¿y por qué no convertir este aumento del consumo de chocolate en terapéutico también para otros? Es lo que os proponemos en este artículo.

Según datos obtenidos por UNICEF, hay alrededor de 200.000 niños esclavos en la industria del cacao en África occidental. Esta región abarca el 70% de la producción mundial, un sector que emplea a 2,2 millones de niños.

Y ¿Cómo podemos mantener el consumo de este producto sin contribuir al enriquecimiento de quienes lo obtienen valiéndose del empleo de mano de obra infantil? Pues, sin duda, optando por comprar chocolate de consumo justo.

Hoy os vamos a acercar a una de estas marcas de consumo justo, TonyChocolonely, que surgió del trabajo de investigación y denuncia de sus dueños, tres periodistas holandeses, Teun Van Der Keuken, Maurice Dekkers y Roland Duong, quienes, en 2005, produjeron un programa para la televisión con el objeto de dejar al descubierto la explotación infantil que existe en la industria del cacao.

Todo comenzó cuando uno de ellos, Maurice Dekkers, leyó en la pagina 11 de un periódico local una noticia sobre la venta de niños esclavos en un mercado de Mali. El hecho le pareció tan dramático como merecedor de aparecer en la primera página de cualquier periódico, así que él y sus compañeros se pusieron manos a la obra con su investigación.

Se trasladaron a Mali y allí conocieron, en primera persona, a las víctimas de ese tráfico inhumano. Niños separados de sus familias y vendidos para ser explotados en la recolección del cacao. Incapaces de negarse a trabajar porque, en otro caso, eran objeto del maltrato físico de sus captores. Recibiendo una sola comida al día y sin poder faltar al “trabajo” aun estando enfermos.

Concretamente, los tres periodistas entraron en contacto con una de estas víctimas, Kam Sami Felix, que logró huir hasta Burkina Faso, donde contó su historia a las autoridades, testimonio que se ve completo en el documental “The Chocolate case”, en el que se recoge no sólo el resultado de su investigación y el testimonio de las víctimas de esta explotación, sino, además, la propia historia de la iniciativa desarrollada por estos tres periodistas, quienes, al ver el hermetismo y la resistencia a sus denuncias de las multinacionales de la industria del chocolate, decidieron invertir sus ahorros en crear su propia marca, todo con el objetivo de hacer posible la comercialización de barritas y tabletas de chocolate 100% libres de esclavitud infantil.

Así es como nació  Tonys Chocolonely, en la actualidad, la marca de chocolate de comercio justo más famosa de los Países Bajos y, esperemos que, a través de la divulgación de su historia y de su marca, podamos conseguirlo también en España.

Os animamos a ver el documental (os dejamos el tráiler) y a adquirir sus productos online y conocer lo que hacen visitando su web.

Con ello, nuestro consumo de chocolate será definitivamente terapeútico y, de paso, invertiremos ese tiempo que nos proporciona el confinamiento en acercarnos a testimonios tan solidarios y esperanzadores como el de estos tres periodistas y el de los consumidores que les respaldan con cada compra.

martes, 7 de abril de 2020

Nespresso y Starbucks se benefician de la explotación infantil

Ya hemos hablado anteriormente en este blog del gran periodista Miki Mistrati, por su labor de denuncia de la esclavitud infantil en las plantaciones de cacao a través del documental “El lado oscuro de chocolate”. Su compromiso para denunciar estas realidades le ha llevado ahora a dirigir un nuevo documental de denuncia, recientemente emitido por el británico Canal 4. El reciente trabajo (emitido el 2 de marzo de 2020), titulado "Starbucks and Nespresso: The Truth About Your Coffee", pone en evidencia a estas dos grandes compañías (propiedad de Nestlé), que adquieren e incorporan a sus productos granos de café obtenidos mediante esclavitud infantil.



Pese a que ambas empresas han declarado tener tolerancia cero con la explotación infantil, este documental presenta evidencias que apuntan en sentido contrario. El programa de televisión Dispatches, que ha realizado el documental, recibió el año pasado denuncias que indicaban que algunas plantaciones de café de Guatemala empleaban mano de obra infantil y proveían a estas dos grandes marcas. Puesto que ninguna de ellas proporciona información sobre las plantaciones de las que obtiene el café, el programa decidió llevar a cabo una investigación en las propias plantaciones. Esta incluyó 12 ubicaciones (7 vinculadas a Nespresso y 5 a Starbucks) y en todas ellas se encontraron niños trabajando.

Los reporteros grabaron imágenes de menores (de 11 ó 12 años pudiendo ser incluso más jóvenes) trabajando durante largas jornadas (8 horas diarias durante 6 días a la semana) en condiciones penosas. Por ese trabajo son pagados con sueldos miserables que no llegan ni para comprar la comida esencial para poder subsistir.

Los reducidísimos ingresos que esta actividad genera a los menores contrastan con las vergonzosas cifras de beneficios multimillonarios que estas dos compañías generan en todo el planeta. Esta vergüenza ha sido expresada también por George Clooney, cara visible de Nespresso, con la que se ha embolsado astronómicas cantidades de dinero gracias a publicitarla. Como medida inmediata, la compañía ha detenido la compra de café proveniente de la región y ha informado que realizará su propia investigación.

Una nueva evidencia del modelo económico imperante, que trata de maximizar los beneficios económicos por encima de todo, pasando por encima de las personas más débiles.