viernes, 12 de junio de 2015

12 DE JUNIO: DIA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

Hoy, 12 de Junio de 2015, de nuevo, tenemos que recordar que, en nuestro mundo, hay 168 millones de niños que están obligados a trabajar.

O, más exactamente, aunque el temor al lenguaje, aunque esa tendencia a utilizar un lenguaje "neutro" se haya apoderado de las organizaciones internacionales y se utilice el eufemismo escandalizante de hablar de "trabajo infantil", tenemos que recordar que 168 millones de niños son explotados.

Explotados porque, por su vulnerabilidad, no pueden defender sus derechos a estudiar y jugar.

Explotados porque, por su vulnerabilidad, no pueden hacer valer la defensa de sus derechos fundamentales a una vida digna, a la salud, a la indemnidad, física y psíquica.

Explotados porque, por su vulnerabilidad, constituyen una preciada mano de obra apta para ejecutar las tareas más arriesgadas (por ejemplo, en las minas de coltán), o más delicadas (como la de coser las zapatillas deportivas o tejer los nudos de las alfombras con sus pequeñas manos) o más penosas (como la de recoger las cosechas de cacao o realizar las tareas domésticas para sus patrones).

Explotados porque, por su vulnerabilidad, no pueden reclamar los derechos más elementales de cualquier trabajador, como el de disfrutar de un salario digno, una jornada máxima, un tiempo de descanso, vacaciones, protección social, ....

Explotados porque, víctimas de la pobreza y falta de expectativas de promoción social de sus propias familias, se les inculca que no pueden hacer otra cosa más que someterse a esas condiciones de explotación desde la más tierna infancia.

En todo caso, confiemos en que la presión de las organizaciones internacionales y las denuncias de las ONGs, permitan ir cambiando esta realidad, obligando a los gobiernos de los países en los que la explotación laboral de menores existe a que modifiquen sus legislaciones para sancionarla con contundencia o, en los que ya se haya promulgado, a que sea aplicada de forma rigurosa.

Confiemos en que los gobernantes asuman que la inversión en educación y la escolarización de sus niñ@s es esencial para el progreso de los países y lleven a cabo actuaciones decididas para promoverla.

Y mantengamos la confianza en que esta realidad puede, un día, desaparecer gracias a la sensibilización de todos, a la solidaridad con las víctimas, a la acción decidida de los gobiernos y a la inversión en educación y acompañamiento para la recuperación de la dignidad de los niñ@s víctimas de explotación laboral.

Para finalizar este artículo, queremos remitiros a un video al que hemos tenido acceso y que resulta especialmente esperanzador en cuanto a la posibilidad de erradicar esta situación injusta e  inhumana, vídeo elaborado por Misiones Salesianas con motivo de esta jornada.

Que su difusión sirva para tener presentes a los niñ@s víctimas de este tipo de explotación y a quienes comprometen su vida y sus recursos en la recuperación de su dignidad y en su formación.