Queríamos a través de este artículo dar las gracias a dos personas que son un ejemplo de lucha activa contra todo tipo de pobreza y esclavitud de niños. Malala Yousafzai una joven pakistaní que con tan solo 17 años está luchando contra los Talibanes con un Papel y un Lapicero. Luchando para que todos los niños tenga una Educación libre y gratuita y que no sean "moneda de cambio" para nadie. Esta gran luchadora de las libertades comparte este año el Premio Nobel de la Paz 2014 con el indio de credo hindú, Kailash Satyarthi. Éstas como tantas otras personas a lo largo y ancho del mundo, son personas de carne y hueso, como nosotros, pero que han dado su tiempo y hasta su vida por su lucha contra la opresión y esclavitud infantil y a favor del derecho a la Educación.
El ejemplo de Malala es incomiable, una persona de la que debemos todos aprender y de la que debemos hablar a todos nuestros jóvenes como símbolo de esperanza. El esfuerzo, el tesón y sobre todo el coraje que ha tenido Malala durante este tiempo después de sufrir el grave atentado que le pudo costar la vida ha hecho que ésta brille con luz propia, realizando la mayor Campaña de lucha a favor de la educación de niñas y jóvenes en todo el mundo.
Por otra parte no debemos olvidarnos del otro Gran Héroe del 2014, su nombre es Kailah Satyarthi, un ingeniero eléctrico que a los 26 años dejó todo para luchar contra esta lacra en la década de los ochenta.
Este activista indio que desde hace más de 28 años ha salvado de las garras de la esclavitud infantil y devolviendo el derecho a la infancia a más de 83.525 niños y niñas a través de su ONG. Bachpan Bachao Andolan (BBA, Movimiento para Salvar la Infancia).
Por otra parte Kailah Satyarthi es presidente y uno de los rostros más conocidos de (www.globalmarch.org),
Marcha Global contra el Trabajo y la Esclavitud Infantil que en 1998 lideró una movilización civil reuniendo a cerca de 7,2 millones de personas y que dio lugar al nacimiento de Marcha Global organizando manifestaciones para denunciar el trabajo en condiciones
de esclavitud de los niños indios en las fábricas. Satyarthi intenta concienciar a los consumidores tanto en India como en el resto del mundo para que no consuman productos fabricados con el trabajo de menores. La etiqueta "Rugmark" certifica que las alfombras indias que se venden en el extranjero no han sido fabricadas con mano de obra infantil.
Pero este doble Premio Nobel de la Paz 2014 tiene un sentido aún más amplio y es que dos personas pueden unir a dos países, Pakistán e India, sumnidos en enfrentamientos bélicos desde hace años.
Esperemos que un Nuevo Mundo surja a través de estas personas como Narendra Modi,
que en su infancia trabajó vendiendo té y fue elegido primer ministro de
la India en mayo.
Satyarthi dijo en su Twitter: "Un niño vendedor de té
desafía a sus detractores y se convierte en el mandatario de la India".
"Ahora es su papel asegurarse de que ningún niño es forzado a trabajar" ¿y nuestro papel cuál debe ser? ¿Merece la pena construir un Nuevo Mundo? Nosotros afirmamos con rotundidad que SÍ.
