domingo, 4 de octubre de 2015

Algo está cambiando...

Parece que los consumidores estamos cada vez más decididos a no aceptar cualquier producto que llega a nuestras manos. Esta actitud no es sólo un anhelo que algunos tenemos, sino que se está concretando con distintas iniciativas. En esta entrada hablamos de algunas de ellas.

En primer lugar hablamos de la campaña internacional "Cambia Tus Zapatos", que reivindica una cadena de suministro del calzado ética, sostenible y transparente.Organizaciones europeas y asiáticas se han juntado para movilizar a las personas, como consumidoras y ciudadanas, para que exijan la mejora de las condiciones laborales en el sector del calzado de cuero. Esta iniciativa promueve la investigación sobre las condiciones laborales y medioambientales en las curtidurías de cuero y fábricas de calzado para fomentar el diálogo sobre esta problemática con la ciudadanía europea, la administración y las marcas del sector. También colaboran con sindicatos y grupos de defensa de los derechos laborales de los países productores de calzado, y apoyan su lucha para mejorar sus condiciones laborales.


Como se "visualiza" en el vídeo a continuación, esta iniciativa nos propone "tirar del hilo" para conocer más los detalles de los productos que usamos a diario, como son nuestros zapatos. En lugar de observar los colores, las texturas y formas o la calidad de los productos, se invita a conocer lo que hay por detrás de estos, viendo las implicaciones que tienen en la vida de otras personas ya que en algunos casos, en el otro extremo de la cadena de producción hay menores trabajando, en unas condiciones de esclavitud y se destroza además el medioambiente.


Además, proponen una marcha virtual hasta Bruselas para exigir que la UE incorpore legislación que obligue a los fabricantes de calzado a facilitar a las personas consumidoras información accesible y completa sobre la forma en que se fabrica el calzado y los posibles tóxicos que pueda contener. Para ello, hace un par de días se lanzó una app (disponible tanto para iOS como para Android) que permite contar los propios pasos y sumarlos a esa marcha virtual a Bruselas.


En la aplicación se sumarán los pasos dados en distintos rincones de toda Europa. Se necesitan 59.000.000 de pasos para llegar a Bruselas. ¡Camina localmente y actúa globalmente!

Precisamente la Coordinadora Estatal de Comercio Justo de España presentó un nuevo informe (en su colección de Cuadernos de Comercio Justo) en el que se analizaba la realidad de la industria textil y del calzado, del que ya hablamos en una entrada anterior de este blog.

Por otra parte, hace un par de meses se creó en Nueva Zelanda la fundación "Child Labor Free". Esta nace con el objetivo de crear una nueva etiqueta para el sector textil destinada a acredite a aquellas firmas que puedan asegurar que ni ellas ni sus proveedores han utilizado mano de obra infantil en su proceso de producción.


Para obtener el reconocimiento, las empresas solicitantes deben someterse a una auditoría independiente a cargo de la consultora Ernst & Young. La organización La organización ha sido impulsada por diseñadores neozelandeses como Hailwood, Kate Sylvester o Stolen Girlfriends Club y tiene el apoyo de UNICEF . Su directora general y fundadora afirma que “de la misma manera que buscamos el sello ‘cruelty free’ en los productos de belleza y buscamos productos ‘orgánicos ‘ en nuestros supermercados, creemos que ‘Child Labor Free’ necesita convertirse en un estándar reconocido a nivel mundial”.

En definitiva, hay interesantes iniciativas en distintas partes del mundo evidenciando que los consumidores estamos cambiando. Y más tenemos que ir cambiando para conseguir que la ropa y los calzados, que están en contacto con nuestro cuerpo, no estén manchados por la explotación de menores y/o de adultos.