El derecho laboral estadounidense
estipula que, en el sector de la agricultura, los menores puedan trabajar más
horas a una edad temprana y en condiciones más peligrosas que los menores en
cualquier otra industria. Es posible contratar a niños de apenas 12 años por
una cantidad ilimitada de horas en haciendas de cualquier tamaño con permiso de
los padres, y no hay edad mínima para que los niños trabajen en haciendas
pequeñas.
Estados Unidos es el cuarto productor
mundial de tabaco después de China, Brasil e India. El 90% del tabaco cultivado
en USA procede de cuatro estados: Carolina del Norte, Kentucky. Tenessee y
Virginia. Las compañías tabacaleras más grandes del mundo compran tabaco
cultivado en estas plantaciones.
El informe “Tobacco´s Hidden Children; Hazardous ChildLabor in Usa Tobacco Farming” (Los niños detrás del tabaco:
trabajo infantil peligroso en plantaciones tabacaleras de Estados Unidos) realizado
por Human Rights Watch se ha elaborado a partir de entrevistas a 141 menores de
entre 7 y 17 años, que trabajan en plantaciones de tabaco de Carolina del
Norte, Kentucky. Tenessee y Virginia.
Este informe revela que en Estados
Unidos hay miles de niños que son explotados en plantaciones de tabaco, la
mayoría hijos de inmigrantes pobres hispanos, algunos empiezan a
trabajar con siete u ocho año, solos o junto a sus padres y hermanos.
Un
autobús escolar los recoge muy temprano pero su destino no es la escuela sino
las plantaciones de tabaco, donde realizan jornadas interminables (de hasta 60
horas semanales), desarrollando trabajos peligrosos y estando expuestos durante
horas al contacto con nicotina y pesticidas tóxicos.
Los menores relatan que sufren
vómitos, nauseas, y mareos mientras trabajan en las plantaciones de tabaco,
todos síntomas asociados con intoxicación aguda por nicotina, denominada enfermedad del tabaco verde,
la cual se produce cuando los niños absorben nicotina a través de la piel al
manipular las plantas de tabaco, especialmente cuando están húmedas.
Emplean herramientas y
maquinarias peligrosas, levantan cargas pesadas y deben subir varios pisos sin
protección para colgar el tabaco en los cobertizos. Los menores también
informaron que se utilizan tractores para rociar plaguicidas, lo que les provoca
vómitos, mareos, dificultad para respirar y escozor en los ojos. La exposición
continuada a pesticidas a largo plazo puede provocar cáncer, alterar el sistema
nervioso, así como importantes consecuencias para la salud reproductiva y para
el desarrollo del cerebro.
Human Rights Watch presentó sus
conclusiones y recomendaciones a 10 compañías que adquieren tabaco cultivado en
Estados Unidos, incluidas ocho compañías que elaboran cigarrillos: Altria Group
(controlante de Philip Morris USA), British American Tobacco, China National
Tobacco, Imperial Tobacco Group, Japan Tobacco Group, Lorillard, Philip Morris
International, Reynolds American y dos intermediarios internacionales dedicados
a la compra de hojas de tabaco que luego revenden a fabricantes: Alliance One y
Universal Corporation. Todas las compañías, excepto China National Tobacco,
respondieron y expresaron preocupación ante la posibilidad de que hubiera
trabajo infantil en sus cadenas de suministro. Sin embargo, la postura de estas
compañías no ha cambiado.