Las entradas que venimos publicando en este blog desde su inicio ponen de manifiesto que el hecho de ser niña, adolescente o mujer representa, casi como un rasgo propio de este género, un riesgo añadido de vulnerabilidad.
En efecto, en el caso de niñas y jóvenes a los duros efectos de la esclavitud, mal llamada laboral, se suman las distintas formas de explotación sexual, convirtiéndolas en objeto de la trata de seres humanos con ese fin, o en víctimas de matrimonios forzados que acarrean, además de un atentado evidente contra su libertad sexual, consecuencias devastadoras para su dignidad personal tales como el abandono de su formación escolar, la maternidad a edades prácticamente infantiles y su encadenamiento, como auténticas esclavas, a los trabajos domésticos.
Hoy, día 8 de Marzo, día de la mujer, queremos llamar la atención sobre el testimonio de una mujer valiente y valiosa, Nadia Murad, Premio Nobel de la Paz del año 2018, galardón que le fue concedido por luchar con coraje los crímenes de guerra y buscar la justicia para las víctimas, aunque en esa batalla haya arriesgado, y continúe haciéndolo, su propia seguridad.
Para profundizar en el conocimiento de su figura, su historia, el exterminio de los yazidíes por el Estado Islámico y la utilización por esta organización terrorista de la explotación sexual de niñas y mujeres como instrumento de guerra os remitimos a la entrevista https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-45759696 que, con motivo de su liberación, fue concedida por Nadia a la BBC en 2016, y que fue reeditada en Octubre pasado con motivo de la concesión del Premio Nobel de la Paz.
Se calcula que unas 7.000 mujeres y niñas yazidíes fueron secuestradas en el norte de Irak durante la ofensiva del grupo en 2014. “Muchos países forman parte de la coalición contra el ISIS [una treintena, entre ellos, España], pero no están demandando que Irak procese a los miembros del ISIS por sus crímenes contra las yazidíes. El mundo no ha hecho lo que tenía que hacer para rescatarlas. A día de hoy todavía hay más de 1.300 mujeres y niñas secuestradas. También centenares de niños”, se lamenta.
Sirva la jornada de hoy para tener presentes a tantas niñas y mujeres que sufren, de forma inhumana e injusta, en nuestro mundo y, también, para dejarnos inspirar e impulsar por el testimonio de mujeres como Nadia Murad que, luchando de forma comprometida, nos animan a reclamar a los líderes y gobiernos de los Estados democráticos la adopción de decisiones que supongan la derrota del Estado Islámico, la detención de los responsables del exterminio de las minorías religiosas de Irak y Siria y la liberación inmediata de las niñas y mujeres que todavía permanecen secuestradas en su poder.
