lunes, 31 de marzo de 2014

Explotación Laboral Infantil en América Latina

Recientemente el diario El País ha publicado una noticia sobre el trabajo infantil en distintos países de América Latina y el Caribe. Este es un tema candente desde que a finales de 2013, el gobierno de Bolivia paralizase una reforma legislativa para avanzar en la eliminación del trabajo infantil. El proyecto del Código de la Niñez y Adolescencia, como se pretendía denominar a la norma, prohibía el trabajo a menores de catorce años de edad. Las protestas de menores trabajadores, convocadas por la Unión de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (UNATsBO), hicieron que tras la dura represión, finalmente el gobierno de Evo Morales paralizara la tramitación de esta reforma, tal y como informa el periódico El Clarín.

Ya no es sólo que se haya paralizado esa reforma, sino que el gobierno boliviano está considerando eliminar la edad legal mínima para el "trabajo independiente" y reducirla a los 12 años para otros tipos de trabajo. Tal y como informa Human Rights Watch, a través de Jo Becker, “reducir la edad mínima laboral es una medida contraproducente y que se aparta de la tendencia en el resto del mundo” porque “el trabajo infantil perpetúa el ciclo de pobreza”. Según afirman desde UNATsBO, el incremento de la edad legal mínima no supondrá que los menores actualmente trabajando vayan a dejar de hacerlo, sino que entren en una situación ilegal. No dejarán de trabajar porque este trabajo es lo que hace que en algunos casos sigan vivos y puedan alimentarse ellos y en ocasiones sus familias. Y por desgracia no les falta razón: si estas medidas legislativas no van asociadas a la aplicación de soluciones y recursos que hagan del trabajo infantil algo innecesario, no se conseguirá erradicar este.

Además, la medida llevaría a Bolivia a incumplir los tratados internacionales. Este país es uno de los 166 que han ratificado el Convenio Internacional del Trabajo N.° 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo. Este convenio fija esta edad en 15 años, pudiendo reducirse excepcionalmente a los 14 bajo determinadas circunstancias, pero nunca por debajo de esta edad. Por otra parte, el texto de la Convención de la ONU sobre Derechos de la Infancia establece en su artículo 32 “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”.

Los datos más recientes proporcionados por la OIT para esa zona, hablan por si solos: 12,5 millones de niños (representan el 8,8% de la población infantil) desempeña algún trabajo en América Latina. Ya no es sólo que según estos datos (que no incluyen gran cantidad de situaciones desconocidas "oficialmente") eleven esa cifra a más de 12 millones de niños y niñas, sino que además, de entre estos 9,6 millones realizan labores peligrosas, entendidas como las que se realizan en condiciones peligrosas o insalubres que pueden causar la muerte, una lesión o una enfermedad. Aunque las tasas en América Latina estén por debajo de la media a nivel mundial, siguen siendo más de 12.000.000 de menores los que trabajan. Y cambios normativos favoreciendo esta situación no harán sino incrementar la cifra.

En el caso concreto de Bolivia, el número de menores trabajando se eleva hasta 850.000, representando el 28% de la población de entre 5 y 17 años. La reforma gubernamental en este país, provocará un incremento de este dato, por lo que se han elevando también algunas voces en su contra, como la del ex-ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade. Este afirma que “si genera conciencia social, el hecho de que a uno lo exploten es una manera burda de hacerlo. Entonces volvamos a la esclavitud. La conciencia social se adquiere estudiando y no sacándole la mugre en una pega. Es una atrocidad”.

Para poner cara a esta atrocidad, se puede visualizar el siguiente vídeo, elaborado por la cadena de noticias RT en las céntricas calles de La Paz.