En en 1.989, la Comunidad Internacional reconoció y se comprometió a garantizar a todos los niñ@s del mundo los derechos humanos más esenciales e inalienables, esto es, el derecho a la vida, a la salud, a la protección frente a la violencia y a los abusos, así como el derecho a la educación y el juego.
Sin embargo, hoy, veintiséis años después, estos derechos siguen siéndole negados a millones de niñ@s del mundo,
Las distintas entradas de este blog os van dando cuenta de la situación de sufrimiento que padecen millones de niñ@s en nuestro planeta. Sufrimiento que no cesa, que las instituciones internacionales parecen incapaces de detener.
Por ello, consideramos esencial mantener con decisión nuestro compromiso con la erradicación de la situación de violencia y explotación que sufren tantas víctimas inocentes e indefensas. Esta es nuestra razón de ser y, con seguridad, la de todos vosotr@s que nos animáis con el acceso a esta plataforma de información.
Nos gustaría, en estos días, redoblar nuestro esfuerzo y recibir, a través de vuestra participación, con vuestros comentarios, convertirnos en un altavoz que extienda tan lejos y tan alto como sea posible un grito contundente: NO A LA ESCLAVITUD INFANTIL. SI A LOS DERECHOS PARA TODOS LOS NIÑ@S DEL MUNDO.
Este grito, esta reivindicación continúa siendo, desgraciadamente, necesaria porque el progreso, el bienestar y la dignidad le son negados, a diario, a millones de niños y niñas.
Así, como recordaba el Secretario General de la ONU en su mensaje del pasado año, 6,3 millones de niñ@s menores de edad murieron en 2013; 168 millones de niños de 5 a 17 años fueron objeto de explotación laboral y, otra cifra escandalosa, según datos de esa organización, el 11% de las niñas del planeta son obligadas a casarse antes de cumplir 15 años.
Sin duda, estos datos suponen una llamada para seguir trabajando como altavoces de la situación de estas víctimas y, también, de la lucha comprometida e innovadora que se emprende en tantos rincones del mundo para recuperar su dignidad.
Sigamos reclamando de los estados y organizaciones internacionales que sitúen entre sus objetivos prioritarios la solución definitiva al sufrimiento y explotación de niños y niñas y, al mismo tiempo, continuemos llevando a cabo acciones de denuncia valientes, audaces y decididas.
Esperamos vuestro apoyo y participación.
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