También creemos que este día debemos de emplearlo en felicitarnos por los logros conseguidos. Como ya hemos ido compartiendo en este blog, se producen progresos constantes en las acciones de denuncia e incluso consiguiendo rescatar a algunos de los menores que son víctimas de esta situación. Son pocos los casos de éxito que se conocen, pero hay muchos más. También son abundantes todos los proyectos que a lo largo y ancho del mundo tratan de convertir este en un sitio más justo, proporcionan educación a menores y trabajo a adultos, contribuyendo a prevenir las situaciones de explotación.
Queda mucho por hacer y según algunos indicadores, las circunstancias no son especialmente positivas. Como publicaba recientemente la asociación Manos Unidas, son 250 millones de niños en todo el mundo los que viven en la calle. La alarmante cifra es de 250 millones de niños vulnerables, sin escuela, obligados a ganarse la vida mendigando, robando, vendiendo. Niños sin hogar, o con familias desestructuradas, que son víctimas fáciles del abuso y la explotación por parte de adultos desaprensivos. Son estas situaciones las que hay que combatir para evitar que más y más niños y niñas se vean abocados a la explotación para poder subsistir. Es en la prevención donde se deben redoblar los esfuerzos para revertir estas injustas situaciones que fuerzan a tantos menores y sus familias a pasar por condiciones de esclavitud. Como contrapartida, esta misma asociación publica, con motivo de esta fecha, un artículo en el que se dan a conocer tres proyectos que tratan de recuperar la dignidad de niños y niñas: 300.000 niños y niñas esclavos domésticos (restavek) en Haití, el 59% de menores entre 5-17 años que viven en la calle en las ciudades de Neak Loeung y Poipet (Camboya) y que son víctimas de tráfico y explotación sexual o las niñas "adultas" del mercado de Hanoukope, en Togo.
La situación empeora no sólo en los países con una peor situación económica, sino también en los países con economías más potentes. Según informaba recientemente Unicef en su informe "Bienestar infantil en los países ricos: un panorama comparativo", no parece haber una estrecha relación entre el PIB per
cápita y el bienestar general infantil. Aunque en este informe hay un gran vacío en cuanto al trabajo y a la explotación infantil, pone de manifiesto (con datos que lo avalan), que mejorar la situación de la infancia es cuestión de intenciones. Es decir, la situación económica del país no está vinculada a la situación de la infancia ya que, como indica el informe, las últimas cuatro posiciones en cuanto al bienestar infantil lo ocupan algunos de los países más pobres del estudio (Letonia, Lituania y Rumanía) pero también uno de los más
ricos (Estados Unidos). También se pone de manifiesto el terrible retroceso en España, ya que uno de cada cuatro niños de este país está en riesgo de pobreza.
Conviene mantener la esperanza, a la vez que seguimos alzando la voz para clamar contra esta injusticia:
¡Esclavitud Infantil NO!
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