domingo, 24 de mayo de 2015

Etiquetado que garantiza la no utilización de trabajo infantil.

Hace unos meses publicábamos en este blog la noticia de que a Malala Yousafzai y Kailash Satyarthi se les concedió conjuntamente el Premio Nobel de la Paz 2014. En esta ocasión queremos hacernos eco de la actual lucha de Kailash Satyarthi, activista indio que desde hace más de 28 años ha liberado de la esclavitud infantil y ha devuelto el derecho a la infancia a más de 83.525 niños y niñas a través de su ONG. Bachpan Bachao Andolan (BBA, Movimiento para Salvar la Infancia).  

Kailash Satyarthi, actualmente, se encuentra en conversaciones con la industria textil a nivel global para buscar una solución al hecho de que si un consumidor concienciado socialmente quiere comprar una prenda con garantías de que en su fabricación no ha participado ningún niño, pueda hacerlo.

Lo ha revelado durante una rueda de prensa en la que ha sido presentado por el vicepresidente de Abanca, en el centro social de la entidad financiera en Santiago.

Kailash Satyarthi  plantea la necesidad de intervención en algunas industrias pero no desde el boicot o la prohibición legal, ya que, como punto de partida, Satyarthi ha subrayado que la introducción de la responsabilidad social no debería hacerse a costa de la industria. De hecho, a su juicio, se debe fomentar la industria y la empleabilidad de los jóvenes, con la educación como elemento clave que permita la combinación entre crecimiento económico y valores morales.

Así, ha señalado el éxito de la incorporación de un "sistema de certificado" en las alfombras, algo que logró él mismo junto con sus colaboradores y que logró reducir de 1 millón a 200.000 los niños que participan en su producción en países como India, Pakistán y Nepal en los últimos 20 años. La etiqueta "Rugmark" certifica que las alfombras no han sido fabricadas con mano de obra infantil.



Kailash Satyarthi, en relación a la industria textil ha apuntado que hubo conversaciones pero que el debate multipartícipe que impulsó no funcionó tan bien como el caso de las alfombras. No obstante,  va a continuar luchando por este fin, tratando de diseñar algún sistema, pues continúan las negociaciones con la industria textil global para llegar a una solución, que no pasa por la prohibición legal o el boicot, sino por la promoción de prendas garantizadas.

Así mismo señalo el hecho de que los jóvenes se están levantando en todo el mundo contra las injusticias y las desigualdades de género, demandando un mundo mejor, comprometidos y a favor de la educación y llama a los adultos y a la sociedad y a los gobiernos a liberar ese gran potencial, que aún hoy se sigue ignorando.

Kailash Satyarthi, promueve que los cambios necesarios, para que disminuyan los niños y jóvenes víctimas del trabajo infantil, la esclavitud y la prostitución (que ha cifrado en 168 millones en todo el planeta), han de basarse en la educación y en un sistema que el define como las '4E', por sus iniciales en inglés: empleabilidad, emprendimiento, ética e igualdad.

Así, convencido de que se puede lograr, por los resultados alcanzados en las últimas décadas, ha llamado a la "cooperación" y la búsqueda de "sinergias", ya que se está en el momento adecuado.

Tras la globalización económica, Satyarthi ha abogado por la "globalización de la compasión" como único método para permitir "la sostenibilidad social", que ha remarcado que solo es viable mediante la universalización de la educación y la democratización de los conocimientos --que sean accesibles a todos, y no solo a aquellos habitantes de regiones más desarrolladas y tecnificadas--.
 En este sentido, ha trasladado el concepto de "inteligencia compasiva" como filosofía para que funcionen de manera conjunta el crecimiento económico y la ética, y ha advertido de que esto no es posible en negocios que se hagan "a costa de la sociedad", sino todo lo contrario: los empresarios deben tener en su centro el interés general de la sociedad.


Sin duda la exigencia de un etiquetado que garantice la no utilización de mano de obra infantil a la industria textil es una buena noticia y una iniciativa que apoyamos desde este blog, y también instamos a los gobiernos, a los organismos internacionales y a la sociedad como consumidores finales a tomar con urgencia medidas eficaces y contundentes dirigidas a erradicar y perseguir la esclavitud infantil, la vida y la dignidad de millones de niños depende del compromiso de todos.


“ Globalizemos la dignidad, la educación, la salud…en definitiva  los derechos del niño”

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